Hojas y panojas

"Vuelvo a escribir... Hace meses que me juré no volver a hacerlo, pero he vuelto a caer en los brazos de mis amigas las palabras, que se me amontonan aquí dentro sin orden y sin principios. Vuelvo a dirigirme a ti, o a mí, o a este mundo que mires por donde lo mires, solo quiere parecer injusto. Conmigo o contigo, con los dos. Me falta fuerza de voluntad y con eso ya te digo todo, porque si te falta de eso, te falta de todo lo demás. En el momento en el que dejas de desear que las cosas salgan bien (o simplemente lo deseas vagamente) y las ganas dejan de afectar a tus seis sentidos, has sido derrotado. Te arrancas tu mismo la propia corona y sin querer , te abandonas a la suerte y al tiempo. Dejas de ser el rey de tu mundo, por muy honrado que te supieras, por muy solidario que te consideraras, por tan buenisíma persona que pensaras que eras. En el momento en el que dejas de tener voluntad, dejas de creer en ti y en tu realidad. Has muerto por primera vez, ya no estás vivo del to

Hoy es una de esas noches estrelladas, en la que recuerdo tu recuerdo y recuerdo que tu recuerdo es solo parte de un recuerdo que me recuerda lo que no tengo que recordar. Aún así eres inevitable. Aún así es inevitable convencerme de lo contrario. Aún así. He dormido noches y noches, he trasnochado otras tantas, y luego están esas noches en las que he imaginado que estabas ahí. Que no te habías ido a ninguna parte, rectifico, que simplemente habías corrido detrás de mí cuando desaparecí. Pero no es verdad, ya no sé lo que es verdad. Ya no sé que creer, que dejar de creer. Perdí la certeza de tu nombre, perdí la certeza del mío, perdí con la cabeza gacha sin saber que todavía quedaban cosas por ganar y nuevas aventuras que emprender, no guerras. No más luchas. No más mentiras. Y sé que te perdí, y lo sé por el vacío de tus ojos, lo sé. Pero hubo algo peor que eso, hubo una perdida mayor, una que tú no supiste interpretar. Y entiendo que te fueras, entiendo que aquel sueño que un día