Día gris
Llevas un paraguas en los ojos, es el más bonito que una lluvia soñaría atravesar. Salpicas como la mala suerte de llevar años escondiendo las manos y nunca acertar con la china. Resbalas como el compromiso que duerme bajo tus mismas sábanas y te hace cosquillas en los pies. Y es verdad, hasta los días más grises, más oscuros que el contorno de las nubes, hacen parecer a tus ojos, un montón de colores mal alineados, distorsionados por todo ese reflejo mojado de sueños demasiado grandes, y miedos a su altura. Te hacen parecer a ti la tormenta más bonita, y a mí, un hueso empapado.