Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2013

De este estar sin ti, pero contigo.

Cierro los ojos cada vez que la oscuridad erupciona desde tus pupilas y amenaza con llorarme sobre las pestañas. Cierro los ojos si mis labios sueñan con algo más versátil que este irresistible invierno sin tu piel. Si al otro lado de la cama mi almohada estornuda y me envuelve en la tristeza de pensar que el frío no durará eternamente. Aunque mis escusas tampoco. Cierro los ojos si la calma de tener tu recuerdo, en mis manos, llora tus días de fiesta sin mí. Y sonríe al último hielo de aquel trago a mi salud. Si soñar despierta, de repente, es solo cuestión de tener tiempo y no suficientes ganas. Cierro los ojos al calcular la distancia que existe entre las letras escondidas y las caladas de ese último aliento que guardo expresamente para matarlo de un susto. Un día de estos. Si se trata de soplar velas y de hacer de los sueños, versos realistas, que se parezcan más a tus idas de olla y a las venidas de la suerte que ya nunca pronunciamos, por miedo. Miedo a na

O sí.

Imagen
Esa sutil delicadeza que tienen algunas personas para hacerte sonreír, para decirte que hace frío, pero que ponerte el gorro te sigue haciendo bonita. Llueves, si no cantas. Y últimamente solo callan nuestras miradas. Que dicen que tienen tanto que decirse que mejor dejarse acariciar por la espalda. La decisión, que desató nudos, y la otra, que nos ató a las circunstancias. El pasado que de vez en cuando llama a tu puerta y te pregunta si aún te queda sal, que últimamente te ve un poco sosa. La esperanza que cumple promesas al otro lado del espejo. Porque aquí no. O sí. Mentirte o reventar, que tengo el corazón tiritando desde que dijiste que ya no teníamos que hablar. Derretirse en pleno invierno, para acabar marchitándonos en primavera. No sé, creo que estamos haciendo algo bien. Pero demasiadas cosas fatal.

Háblame de dolores

Imagen
A veces no sé dónde tengo la cabeza. Y lo digo como quien sabe precisamente donde la tiene pero no se da cuenta de que debería tenerla en otro sitio. Puede parecer bonito decir que existe un lugar más allá de lo que es la realidad. Pero también hay sonrisas falsas que parecen bonitas, y existen tristezas delicadas y amargamente dulces. No quiero mentirte, porque dicen que las mentiras duelen eternamente. Pero lo cierto es que conozco verdades que destruyen corazones para siempre. Aunque lo que no interesa, pocos lo cuentan, y lo que interesa demasiado es objeto de negociación. Y todo esto mientras el dolor se grita a los cuatro vientos, en miradas perdidas que lloran en el más infeliz de los silencios. Solo cuando ya estás lo suficientemente loco, salta a la vista de todos, que ya no saben si llorar o sorprenderse, y callan. Después se oyen los 'ya me parecía a mí' con la intención de respirar la noticia. Y en medio de tus días de agonía alguien te coge la ma

Volemos

Imagen
En qué jaula te escondes, amigo. De qué te proteges, mientras el miedo te cubre las espaldas. A quien miras de reojo cuando nadie te ve. Eso dirá más de ti que tú mismo. Cuantos silencios te han dejado sin respiración desde que ya no te encuentras al otro lado. Del espejo, digo. Por qué cada noche miras al techo y empiezas a contar las telarañas que se han quedado sin dueña. Qué canción tarareas mientras te duchas, por qué a Soledad no le sonríes como a mí. Cuéntame qué te pasa por la cabeza cada vez que te rozo la piel, por qué prefieres comerme con los ojos y morderte los labios. Háblame de tus dudas mientras acabo con ellas, llórame tus alegrías y ríeme las penas, que nadie se atreva a decirme que las ganas se quedaron contigo. No me prometas amor eterno y olvídate de recordarme que no puedes vivir sin mí. Y yo te dedicaré el primero de mis pensamientos cada mañana. Y el último.