Mentira
Es este bosque a través de la ventana, la furia del cielo manchado de nuestros inventos, las palabras lloviendo como caricias, los corazones partidos sobre la encimera. Es el verano frío en medio de mi esperanza, el fuego de la cara, el temblor, el nervio asqueado. Soy yo, con una tirita en la boca, y con una herida abierta en los labios. Es el tiempo circunscrito a este momento, la vida sobre una línea, fingiendo ese equilibrio inhabitable y tan lleno de gente con manos de piedra. Es mi necesidad de recubrir la mesa de flores para verlas morir de sed, tras mil lágrimas y sal, dejando caer sus pétalos sin justicia como si morir por alguien fuese tan terrible como bello. Es el sueño que no se acaba cuando se acaba el día. Es el margen que lo recubre y se anota sus propias citas en un mundo tan falto de contexto. A veces eres tú. Un rayo de luz a través de este cristal. La apatía inversa. El bosque sin edificios. Una debilid