Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2013

Vida o tragedia

Imagen
No me gusta tu nombre, vida. Aún creo recordar qué se sentía cuando tú me gustabas y simplemente éramos amigas.  Ya lo creo que sí.  Entonces, cuando hacía falta bien poco para sonreír de verdad. Y fíjate ahora, fíjate qué caras, qué moños, qué ojeras. La gente quejándose porque dueles, porque atacas, porque de cuando en cuando, matas. Pero matas y no morimos. Esa es la tragedia. Solo nos sentimos muertos. Vacios. Huecos. Y eso sin tener en cuenta que la mitad de las veces que agachamos la cabeza es porque nos hemos decepcionado, mientras otra mitad la aprovechamos para subirla de nuevo y suspirar. Por esa gente. Esa que hace jaque y sin avisar. Pisando fuerte, pero pisando en el lugar equivocado. Y mientras revisas la agenda y te atreves a preguntarte qué será de ellos. Pero nada comparable con el qué será de ti.

Querida frustración:

Imagen
Querida frustración: Aunque de querida nada, tú y yo nunca nos hemos llevado bien. Para que engañarnos, eres una puta desagradable. Hablando fino y claro. Sé lo que es llevarte bajo la piel. Sé lo que no es echarte de menos. Pero siempre apareces, después de cada fracaso. SIEMPRE estás a la espera, aguardando a que me equivoque y ya es tarde cuando pretendo echarte de aquí. Es como un tic nervioso. Cuanto mas piensas que lo tienes, más te toca las narices. Y achííís. Pero hoy y ahora, el único tiempo que conozco y desconozco con la misma lucidez, tengo algo que decirte. Voy a contarte una historia, la historia de mi vida. Parte de ella. ¿Tú te acuerdas de cómo andaban las cosas hace unos años? Se nos pasa la vida, mirando como el pasado se burla de nosotros. Se ríe y nos engaña diciendo y gritando que él era mucho mejor que lo que tienes ahora. Otro capullo. Otro de muchos. Y no existe y sí existe, es porque le das demasiada importancia. Pues bien, hace unos años la vida se

Open or close

Imagen
Es curioso la manera en la que nos enfrentamos a las hojas en blanco. A veces la miramos fijamente esperando que aparezca en nuestra cabeza la respuesta. Qué escribir, qué contar, qué decir y qué callar. Una hoja en blanco o unos ojos avellana. Mirar a otro lugar, desviar la mirada, buscar un horizonte. A veces lo encuentras, a veces no lo ves. No queremos entender, bueno, sí. Queremos entender pero sin dejar de creer que tenemos razón. Déjate llevar, déjate abrir, déjate reflexionar. Y descubre. Descubre que estabas equivocado. Descubre ideas que alteren tus esquemas. Descubre que tal vez, no estabas desencaminado. Y ponte delante de una hoja de papel. Y grita. Con todas tus fuerzas.

Aplicaciones de la Física

Imagen
Juan y Pedro. Como bien podrían ser, Jacinto y Ambrosio, o Romuliano y Ercilio. Bueno, Juan y Pedro. Juan y Pedro son los protagonistas de esta historia, dos muchachines, dos futuros galanes. Juan es muy inteligente, y Pedro es un chico un tanto pierdelunes que adora meterse con la gente. Los niños discuten, como a veces pasa. Y los niños se pelean, como a veces pasa. Y bueno, Juan acaba empujando a Pedro que cae al suelo bruscamente. Total, que aparece un profesor para separarles y acaban los dos en el despacho del director. Cada uno en una silla, con los brazos cruzados y las piernas colgando de la silla mientras dan suaves pataditas al aire. En cuanto el director pide explicaciones se desata una oleada de gritos. -¡HA SIDO CULPA DE PEDRO! SIEMPRE SE METE CONMIGO. -PERO QUE DICES NIÑO, SI ERES TÚ EL QUE VA PROVOCANDO. -¡CAAAALLAD! Silencio. -Explícame los hechos Pedro. El niño empieza a retratar su versión de los hechos, hasta que llega al punto final. -...y me ha empuj