De repente

Puedes esperar muchas cosas. Quién sabe. De repente puede que te des cuenta de que tienes que retroceder, y que sin duda has olvidado las gafas de sol colgadas en el probador de una tienda mientras te probabas unos pantalones que ni siquiera te quedaban bien. De repente puede que te acuerdes de que ayer fue el cumpleaños de una amiga y ni siquiera te habías acordado, que habías estado tan ocupada en tus propios asuntos y se te pasó por completo. De repente te das cuenta de que no tuviste el valor de acércate, de perder la timidez . De repente te acuerdas de que deberías estar enfadada con alguien y has estado actuando como si no hubiera pasado nada. De repente te mandan un mensaje de texto y te das cuenta de que tienes que decidirte ya. De repente tu organismo te pide una Coca Cola y en el bar están demasiado caras.

Podía esperarme de todo, incluso una manada de ñus. Pero no que volvería a verte tan pronto. Porque es como un botón, que cada vez que lo accionas tarda cada vez más tiempo en recuperar su posición inicial. Como un botón mecánico que hace que vuelvan todos los recuerdos y olvide que tenía pensado ignorarte. De repente, mis pensamientos dejan de girar y dispersarse, y se centran solamente en ti. Más tarde, me consumen.