Frío

Que engranajes se movieron, hacia dónde, que puertas se abrieron, cuáles se cerraron.
Me pregunto qué pasó con todo aquello, en qué lugar se encuentra, si es preciso o no echarlo de menos.
Demasiadas preguntas.
Demasiados pensamientos.
Demasiadas torturas.
Todo encerrado en un pequeño tarro de cristal, que arrastras de un lado a otro, agarrado a ti, y abrazado a él: tu sonrisa.
En un tarro cerrado al vacío.
Lleno de tierra y rastrojos.
Envuelto entre mantas que tratan de disimular este frío que nos machaca sin piedad el corazón.
Y con él, las malas y buenas ideas.
Comentarios
Publicar un comentario