No es tarde, y si es tarde, a quien le importa.

Solo quedan horas para que se acabe este primer mes de este nuevo año. Horas. Supongo que siendo esta la primera entrada del año, merecía recolectar todos esos buenos propósitos para cumplir y llevar acabo. Quizás ya sea tarde, o tal vez, nunca es demasiado tarde para hacer ciertas cosas.
Nunca es tarde para arrepentirse y pedir perdón.
Nunca es tarde para retractarse y admitir que nos hemos equivocado.
Nunca es tarde para cumplir ese sueño imposible en el que solo y únicamente tú creías.
Nunca es tarde para dar un abrazo, para sonreír a un viejo amigo, para recuperar una amistad.
Nunca es tarde para empezar de cero otra vez, o un nuevo capítulo de tu vida.
Nunca es tarde para olvidar todas esas cosas que nos destruyen, para acabar con los malos pensamientos.
Nunca es tarde para volver a ese lugar que en su tiempo te hizo pasar tantos buenos ratos y hoy solo evoca recuerdos.
Nunca es tarde para llorar todas esas lágrimas que un día contuviste.
Nunca es tarde para perdonar a aquellos que te hicieron daño.
Nunca es tarde para volver a ilusionarte con nuevas metas y objetivos.
Nunca es tarde para volver a equivocarse, volver a caer, y volver a encontrarse.
Nunca es tarde para dejar abrir el corazón y dejar entrar.
Nunca es tarde para gritar todas esas palabras que en su día no dijiste y preferiste callar.
Nunca es tarde para hacer locuras, para bailar bajo la lluvia, para llorar de alegría, para soñar con tu vida.
Pero no me gustan los nuncas. 
Porque no siempre se cumplen.
Porque existen excepciones.
Lo cierto, es que tampoco me gustan los peros.


Pues eso que propósitos para este nuevo año:
Escribir mucho, pintar mucho, leer mucho, saltar como heidy, correr como una liebre, sonreír a la vida y los problemas, gritar de dolor, llorar de alegría, equivocarme, tropezar con la misma piedra, bailar en medio de la calle, ilusionarme con tonterías, sorprenderme, hacer locuras, arrepentirme de malas decisiones, olvidar, soñar, cantar a pleno pulmón, inventar, imaginar mundos extraños, soñar contigo, comer, descomer, probar nuevas experiencias, oler nuevas fragancias, encontrar cosas perdidas, enterrar historias tristes, sacar la lengua a desconocidos, reír hasta que me duela la tripa, pintar sonrisas a la gente, hacer el tonto y disfrutar. Sobretodo eso.
Bueno y cumplir todos esos que me quedaron el año pasado.
Entre ellos APRENDER A HACER UN MALDITO CUBO DE RUBIK!
Pues eso.
Talue!

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