Querida frustración:

Querida frustración:
Aunque de querida nada, tú y yo nunca nos hemos llevado bien. Para que engañarnos, eres una puta desagradable. Hablando fino y claro.
Sé lo que es llevarte bajo la piel.
Sé lo que no es echarte de menos.
Pero siempre apareces, después de cada fracaso.
SIEMPRE estás a la espera, aguardando a que me equivoque y ya es tarde cuando pretendo echarte de aquí. Es como un tic nervioso. Cuanto mas piensas que lo tienes, más te toca las narices.
Y achííís.
Pero hoy y ahora, el único tiempo que conozco y desconozco con la misma lucidez, tengo algo que decirte. Voy a contarte una historia, la historia de mi vida. Parte de ella.
¿Tú te acuerdas de cómo andaban las cosas hace unos años?
Se nos pasa la vida, mirando como el pasado se burla de nosotros. Se ríe y nos engaña diciendo y gritando que él era mucho mejor que lo que tienes ahora. Otro capullo.
Otro de muchos.
Y no existe y sí existe, es porque le das demasiada importancia.
Pues bien, hace unos años la vida seguía siendo lo mismo que es ahora. Dirás, la misma mierda con las mismas moscas rondándola. Pero si algo he aprendido es que en la mierda se está calentito.
Aunque efectivamente basta con asomarse un sábado temprano por la ventana para descubrir que exactamente todos los días amanece y tú cada día estas un poco más muerto.
Y quien dice por fuera, también dice por dentro.
Nos pesan nuestras conciencias, nos repiten que la perfección no existe pero que tenemos que ir en su misma dirección. Y las ovejas, siguen al pastor. Pero las ovejas también dicen 'beh' y esperan que su 'beh' sea mejor que el de ninguna. Pero eso es mentira.
Otra mentira.
Y para mentiroso ese sentimiento que nos obliga a dar la mano a la persona que te jodió la vida mientras pensamos que lo estamos haciendo bien, que todos los gritos solo fueron gritos, y que todas las injusticias que nos atravesaron el corazón sin piedad fueron solo eso. Injusticias.
¿Y qué más van a ser, verdad?
Dime tú qué puede significar un piropo dicho para contentar o una ofensa que nos deje sacarnos otro poco de mierda que guardamos aquí, dentro.
Somos envidiosos, rencorosos, mal pensados y asquerosamente retorcidos.
Dime tú que respeto se merece alguien que ha asesinado a 24 personas.
Dime tú que respeto se merece alguien que se mata a golpes de frustración.
Dime tú.

Tanta sinceridad, no puede ser tan mala.

Hasta la próxima, querida.



Comentarios