Nunca un volverás disfrazó menos despedidas.
No sé querer con medida.
Ni me salen bien las cuentas,
ni hay un punto medio
entre los agujeros de ese cinturón.
Sé que has vuelto a hacerlo,
echar de menos no es fácil.
Y ojalá te hubieras ido a tiempo,
te hubieras quedado quieto
y hubieras temblado de frío.
Nadie te estaría queriendo tanto,
nadie te hablaría en sueños,
ni te evitaría a muerte en los espejos,
en los reflejos, en los portales vacíos,
en las esperanzas de ver el cielo a lo lejos
y ser incapaz de no sentir nostalgia.
Estamos demasiado cerca para
poder hablar de abrigos,
demasiado callados
para entender los silencios,
demasiado vacíos
para acabarnos el postre.
No voy a volver
y no quería que lo supieras.
Por si en algún momento,
en algún baile,
en medio de cualquier abrazo,
decido quedarme
y dejo de llamar casa
a los recuerdos que me hablan de ti.
Ni me salen bien las cuentas,
ni hay un punto medio
entre los agujeros de ese cinturón.
Sé que has vuelto a hacerlo,
echar de menos no es fácil.
Y ojalá te hubieras ido a tiempo,
te hubieras quedado quieto
y hubieras temblado de frío.
Nadie te estaría queriendo tanto,
nadie te hablaría en sueños,
ni te evitaría a muerte en los espejos,
en los reflejos, en los portales vacíos,
en las esperanzas de ver el cielo a lo lejos
y ser incapaz de no sentir nostalgia.
Estamos demasiado cerca para
poder hablar de abrigos,
demasiado callados
para entender los silencios,
demasiado vacíos
para acabarnos el postre.
No voy a volver
y no quería que lo supieras.
Por si en algún momento,
en algún baile,
en medio de cualquier abrazo,
decido quedarme
y dejo de llamar casa
a los recuerdos que me hablan de ti.
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