La sombra del viento

«Todavía recuerdo aquel amanecer en que mi padre me llevó por primera vez a visitar el Cementerio de los libros olvidados.» Así empieza cada lectura de La sombra del viento, adentrándonos en los pasillos de un santuario de libros perdidos. Algo así como una biblioteca de geometría imposible poblado de un laberinto de corredores y estanterías vivientes. Nos adentraremos en una Barcelona lúgubre y sombría en 1945 de la mano de Daniel Sempere, un muchacho retraído y curioso, amante de los libros y los misterios. Daniel desentrañará hoja a hoja los secretos que existen detrás del nombre de Julián Carax, un autor moribundo golpeado por la vida y una sucesión de hechos, lazos y desventuras. Lo hará con la ayuda de diferentes personajes que aparecen y reaparecen para facilitar sus pesquisas, con su querido Fermín, y a pesar del inspector Fumero.

No podía terminar el año sin rendirle mi pequeño homenaje a mi autor favorito español. Y qué mejor homenaje que la memoria, si bien sabía él que existimos mientras alguien nos recuerda. Este año nos ha arrebatado demasiadas cosas, pero las palabras tienen el poder de permanecer en nuestras estanterías. Laín Coubert nunca podrá quemar este tomo de La sombra del viento que con tanto gusto he releído.




Carlos Ruiz Zafón (Barcelona, España, 25 de septiembre de 1964-Los Ángeles, California, Estados Unidos, 19 de junio de 2020)​ fue un novelista español. Su obra más importante es La sombra del viento, con 15 millones de ejemplares vendidos y ganador de numerosos galardones. La obra fue seleccionada en la lista confeccionada en 2007 por 81 escritores y críticos latinoamericanos y españoles entre los 100 mejores libros en lengua española de los últimos 25 años.

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