Mientras escribo

Llevaba años detrás de este libro. Bien porque todo lo que he leído de Stephen King me chifla, bien porque siento mucha curiosidad acerca de los procesos creativos de los escritores. Cómo funcionan sus mentes, cómo se enfrentan a las hojas en blanco, cómo se beben los fracasos literarios. Me suelen encantar las anécdotas, los contextos reales de los escritores cuando escriben determinadas novelas que les llevan, meses, años, y que los lectores devoramos en cuestión de pocos días. Mientras escribo, era un libro que tenía muchas ganas de leer y es fácil adivinar su tema: Stephen King abre las puertas de su escritorio, y nos da consejos de escritura a la par que nos cuenta cómo se convirtió en escritor. (El tomo llegó a mis manos sin pretenderlo, un accidente fortuito).

El libro es ameno, está escrito como solo Stephen King sabe escribir, y hay ejemplos reales de corrección de sus textos lo cual es interesante si realmente buscas un manual, pero puede resultar aburrido si te interesa más su autobiografía. En mi caso, acabé el libro hace un mes aproximadamente y solo recuerdo uno de los consejos que da en el libro de cómo escribir, uno que jamás me había planteado, que al principio rechacé, pero que ahora creo que lo tendré en cuenta para mis futuros proyectos. Tiene que ver con su odio profundo a los adverbios. Se me hizo pesado en algunos puntos de la lectura y a veces me daba la sensación de que algunas de sus críticas literarias eran poco constructivas, pero creo que es un buen libro.



« Al recibir la nota de rechazo del AHMM, clavé un clavo en la pared encima del Webcor, escribí Happy Stamps en la nota y la enganché en el clavo. Después me senté en la cama y puse I'm ready, de Fats. La verdad es que estaba bastante contento. A la edad en la que todavía no hay que afeitarse, el optimismo es una respuesta perfectamente legítima al fracaso.»


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